Los satélites de comunicación están sujetos a interferencias del sol, especialmente en marzo y septiembre.
El sol pasa por el haz principal de la antena de la estación terrena y el ruido en el receptor se incrementa notablemente, interfiriendo o impidiendo el correcto funcionamiento del enlace, que puede quedar fuera de servicio o con interferencia de imagen y audio al menos 10 minutos al día, por un lapso de 10 a 15 días mientras dura el fenómeno.